sábado, 12 de septiembre de 2015

(35) Cuento Chino

(35) Cuento Chino

Autor desconocido

Hace mucho tiempo una dama llamada Lili descubrió que se iba a llevar bien con su propia suegra. Las personalidades de ellas era muy diferentes, y Lili se fue enfureciendo con los hábitos de su suegra. Además de eso, ella criticaba a Lili constantemente. Transcurrieron, días, semanas y meses. Lili y su suegra nunca dejaron de discutir y pelear. Más aún, la situación tendió a empeorar, ya que de acuerdo con una antigua tradición china, Lili tenía que inclinarse ante su suegra y obedecerla en todo. Toda esta situación atraía infelicidad dentro de la casa, causando al pobre marido un gran sufrimiento.
Finalmente, Lili no aguantando más, decidió asumir una actitud. Lili fue a visitar a un buen amigo de su padre, el señor Huang quien vendía hierbas. Ella le contó acerca de su situación y le pidió que él le diese algún veneno de forma que así ella podría resolver el problema de una vez por todas.
El señor Huang pensó por algún tiempo y finalmente dijo:
-Lili, yo te ayudaré a resolver el problema, sin embargo me tienes que escuchar y obedecer todas las instrucciones que te daré.
-Sí, señor Huang, yo haré todo lo que usted me pida que haga.
El señor Huang entró en el cuarto del fundo y regresó en algunos minutos con un poco de hierbas. El le explicó a Lili: -No puedes usar todo de una vez, para liberarte de tu suegra, porque eso despertaría suspicacias. Entonces, él le entregó varias hierbas que iban a envenenar lentamente a su suegra. Agregó: Cada dos días prepare alguna carne, de cochino o gallina y ponga un poco de esas hierbas en el plato de su suegra. Ahora, para tener certeza que nadie sospeche de usted, cuando ella muera, usted debe tener mucho cuidado y actuar muy amigable con ella. No discuta con ella, obedézcala en todo y trátela como si no pasara nada.
Lili se sintió muy contenta. Agradeció al señor Huang y volvió rápidamente a su casa para empezar el proyecto de asesinar a su suegra.
Trascurrieron semanas, me-ses y cada dos días, Lili sirvió la comida especialmente preparada a su suegra. Ella recordaba lo que el señor Huang le había dicho sobre evitar la suspicacia, de manera que ella controló su temperamento, obedeció a su suegra, y la trató como si fuese su propia madre.
Luego de seis meses trascurridos, la casa entera parecía haber cambiado. Lili tenía tan controlado su temperamento que ella casi no se había detestado. Durante esos seis meses, ella no había tenido una sola discusión con su suegra, quien parecía ahora mucho más amable y más fácil de tratar. Las actitudes de la suegra con Lili cambiaron, ella comenzó a amar Lili tanto como si fuera su propia hija. Ella les decía a sus parientes y amigos que Lili era la mejor nuera que alguien pudiera tener. Lili y su suegra se trataban la una a la otra como verdaderas madre e hija. El esposo de Lili estaba muy contento por observar lo que estaba ocurriendo.
Un día, Lili fue a visitar al señor Huang y le pidió ayuda nuevamente. Ella le dijo:
-Querido señor Huang, ¡por favor ayúdeme a evitar que el veneno mate a mi suegra! Ella se ha convertido en una mujer agradable, y yo la quiero como a mi propia madre. No quiero que muera a causa del veneno que yo le he estado dando. El señor Huang sonrió, y asintió con la cabeza:
-Lili no hay nada de que preocuparse. Yo no le di ningún veneno. En realidad, las hierbas que yo le entregue eran vitaminas para mejorar la salud de ella. El único veneno estaba en su mente y en su actitud para con ella; sin embargo todo eso fue transformado por el amor que usted le dio a ella… ●

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